El 6 de agosto, el Ministerio de Seguridad del Estado de China emitió una advertencia importante, revelando que proyectos ilegales utilizan activos digitales como cebo para recopilar de manera ilegal datos biométricos sensibles como rostros, huellas dactilares e iris, lo que representa una grave amenaza para la privacidad de los ciudadanos y la seguridad nacional. Aunque no se mencionan nombres, el modo de operación apunta directamente a Worldcoin (ahora renombrado como World), fundado por el CEO de OpenAI, Sam Altman. Este proyecto fue prohibido en Kenia debido a su modelo de intercambio de escaneos de iris por tokens WLD, y declarado ilegal en Hong Kong, mientras que otros países como Francia, Portugal, España, Brasil y Corea del Sur lo han estado atacando. El WLD se cotiza actualmente a 0.94 dólares, con una caída del 45% en el año, y un 90% de su valor evaporado desde su punto más alto; los riesgos regulatorios en China podrían provocar un colapso adicional.